Primer movimiento: A darle átomos

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Como dice el adagio japonés, 牛も糞にも段々がある. O sea, "incluso la vaca caga sorete por sorete." Cada día de esta semana, prometo una actualización al blog, para resarcirme por la ausencia.

Supongo que sería oportuno comenzar por el viaje a Hiroshima.

Parte de la currícula del curso de Paz, Desarrollo y Democratización: el Desafío de Asia - cuyo nombre sobrepasa en dramatismo a la clase en sí - era visitar Hiroshima y tener una charla con un sobreviviente del holocausto nuclear.
Estaba interesado en conocer la ciudad de antemano: hace tanto tiempo, para la facultad de cine, tuve que hacer un desglose - escena por escena, toma por toma - de la película Hiroshima, Mon Amour (conocida en los paises hispanohablantes como ¿Y dónde está la bomba atómica?). Después de horas y horas de triturarme las pupilas contra dicho filme-- bueno, todos vimos la Naranja Mecánica... la técnica de Ludovico funciona en serio.

Me anote en ese curso, conseguí una plaza, pasé semanas bancándome al bodrio del profesor - que me lo habían vendido como más entretenido que David Copperfield en patineta - y el día esperado se acercaba. El viaje lo organizó este profesor - un americano que le encanta debatir de temas difíciles pero que nunca da una opinión concreta cuando los bifes están en el asador (¿"cuándo las milanesas están en la sartén"? ayuda plz.) - se mete en temas jodidos, nos explica todos los detalles, dice "Qué jodido, no?" y se termina su frapuccino de un café clon de Starbucks que tenemos en el campus, suena la campana y no aprendí un carajo excepto datos que puedo sacar de fuentes más confiables, e.g.: Wikipedia o mi abuela Claudi. Y ese flaco no para de mirarme cuando habla de la pobreza en el mundo diciendo "Ustedes en Argentina también están hasta las manos con las favelas, no?" "Sí, sí," le repito cada vez que menciona el tema, "este Zé Pequenho nos tiene a todos cagados de miedo."
La cuestión es que, una semana antes de que llegara la fecha, nos cuentan que la sobreviviente no iba a estar disponible. ¿La razón? Se habrá muerto de cáncer. Le habrán crecido tentáculos y se unió a los X-Men. Nunca nos informaron.
A los pocos días nos dijeron que habían conseguido otro sobreviviente. Total, seguro que queda bocha de gente de un ataque nuclear de hace 65 años.

El día llegó, finalmente, y salimos disparados en el tren bala.

Sobre el tren, revisando los precios de las golosinas, tuve una epifanía: el precio de un producto varía proporcionalmente respecto a su velocidad.
Por ende, un paquete de M&M aproximándose a la velocidad de la luz elonga su precio al infinito, mientras que el mismo confite yendo en reversa sería una ganga.
Siempre y cuando hablemos desde un marco de referencia de 0 km/h, claro está.




IZQUIERDA: Adam Nasimoff se clava un sangüche enfrente del A-Dome.





















No voy a contar de la charla - la tengo grabada en DVD y si alguien se ofrece a buscar una manera de subir un ISO del DVD a Mediafire, sientase libre - por varias razones, incluyendo vagancia pero más importantemente, todos esos datos están en alguna otra parte de la internet, en películas, etc. Que les cuente yo lo que me contó un sobreviviente tiene el mismo grado de destilación de que lo lean de cualquier otra fuente. Así que lola.



Después de la charla, para despejar la mente. paseamos por la ciudad, encontrando una feria que contaba con este peculiar recital. Por favor, presten atención al registro de la cantante (especialmente en el minuto 00:30) y a la pulenta que le pone la primera línea de ponis.


Pasamos la noche en una hostería en las afueras de Hiroshima, y a la mañana nos tomamos un buque a la isla de Miyashima, que claramente estaba pensada para parejas en luna de miel.


Este arco es muy famoso, y los turistas suelen esperar hasta las 3 de la tarde para que baje la marea y poder caminar hasta la base y tocar el coso mismo - el color naranja se relaciona con la buena suerte.
Sin embargo, cuando tu tren sale a las 2, y querés tener la experiencia completa... bueno, hay que ensuciarse las manos. Figuradamente. Literalmente, hay que mojarse los pies.


No atravieso el muro de mis días, pero mierda que rasguñan las piedras.



Sin palabras. (Aparte de "sin palabras.")


5 cosos:

Alan dijo...

el video no tiene precio!!!
Cosas a destacar:
*el movimiento de cabezas de esos japoneses.
*las coreos que se arman los de la primera fila estan para cualquier concurso de baile.
*estoy seguro que lo que canta no es una mujer.
*estoy seguro que lo que canta no es una persona.
*la gripe a llegó a Japon (?)

graciela dijo...

Tu manera de contar las cosas me transporta!!!
Me volvieron loca las manitos de los ponjitas en el video y el mini -pogo , genial!!!

Martin dijo...

adam, tenes tu teoria super especial de la relatividad!, E=pC^2 con p el precio de un producto

Unknown dijo...

adam, me encantan tus relatos (aunque no siempre entiendo todas las palabras)
las tradiciones adaptan diferentes colores en distintos lugares del mundo, los japonese van a lo llamativo/
la charla habra sido interesante
con respecto ala musica japonesa me quedo con "mashina" (grupo israeli de rock)
bueno nos vemos en la proxima
besos
analia(medio yokneam pasea conmigo en japon)

Anónimo dijo...

El video sencillamente sin palabras jajajaja me mori de la risa lo del registro en el segundo 30, esperaba algo "angelical" y el meneaito de cabezas comico!

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