Como un rey, convénceme

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Es bueno saber que no tengo que disculparme por mi ausencia indefinida. 
Lo que tienen que saber es que durante época de clases, subir cosas a Inodoros... era el equivalente a no hacer nada. 
Ahora estoy de vacaciones, y estoy todo el día sin hacer nada. Por ende, subir algo a Inodoros... sería hacer algo.
Se desprende del Principio de Mínima Acción que un cuerpo realizará el curso operatorio que requiera menos esfuerzo de su parte. Lo único que puedo hacer es obedecer las leyes de la física.

Pero ahora estoy escribiendo una nueva entrada, y se preguntaran por qué. Simple: me resulta más fácil bancarme a mí mismo por el tiempo que tarde escribir esto que bancarlos a ustedes pidiéndome que lo escriba.

Sin más preámbulos... hablemos de

KARAOKE.

El karaoke es una tradición japonesa muy arraigada en su cultura. El nombre que todos conocemos viene del japonés: kara () quiere decir vacío (es el mismo kara de karate, "mano vacía"); oke es la abreviación de como se dice orquesta en japonés, okesutura. O sea, orquesta vacía. Buenísimo nombre para el próximo CD de Andrés Calamaro.

Me voy a remitir a explicar cómo funciona acá, porque es el sistema que conozco. 

Primer paso: Ponete en pedo.

Importantísimo tener más alcohol que pudor en la sangre. Estar en un cuarto de karaoke no es divertido a menos que estés completamente dispuesto a pasar ridículo, y más importante, no es tolerable a menos que estés lo suficientemente inconsciente como para soportar ver - y oír - el ridículo ajeno. 
Se puede hacer en el mismo local de karaoke, pero tenés tiempo muerto hasta que entrés en onda.


Paso B: Conseguir un cuarto de karaoke.


Luego, vas a un centro de karaoke, que hay de sobra. Los tienen de todo tipo: los chiquitos de pueblo; unos un poco más grandes que ocupan todo un piso y tienen otras distracciones como mesas de pool y dardos; y en las grandes ciudades, edificios enteramente dedicados a la actividad.


Te pedís con tus amigos un cuarto de karaoke - también conocido como la cámara de la verguenza - y elegís un plan.
La mayoría de lugares te da gaseosas o tragos libres con el cuarto, para mantener el gasnate húmedo y que puedas seguir deleitando a tus amigos con tu voz angelical. Y por eso quiero decir "tormentando a los pobres diablos que tienen que escuchar al gato agonizando que tenés atragantado."




Antes de empezar a sobrevivir la velada, hay ciertas provisiones que sirve tener en mente.


En el tercer paso, Adam dijo:


Una vez dentro del cuarto, tenés un televisor de suficientes pulgadas, dos (2) micrófonos, y un aparatejo loco como una pantalla táctil (el APARATEJO). Varios altoparlantes también, claro.


La tradición japonesa es la consiguiente: 
  1. Akira toma el aparatejo y utiliza la interfaz táctil para meterse en una base de datos con todas las canciones disponibles, elige una, y le pasa el aparatejo a Baku. 
  2. El televisor comienza a mostrar la letra de la canción de Akira, Akira toma un micrófono y canta su canción. Si así desea, puede ofrecerle el segundo micrófono a Aiko para que cante con él. Mientras tanto, Baku elige su canción.
  3. El resto de las personas en la habitación se dedica mandar mensajitos de texto a menos que les toque elegir una canción o cantar.
En un cambio de roles, los orientales son más individualistas que los occidentales. Nosotros tratamos de elegir algo que nos guste, pero que también entretenga al grupo en general. El ponja canta lo que, uhm, lo que se le canta, valga la redundancia.


A saber:


Nadie quiere escucharte cantar. Puede que este axioma no sea verdad en tu caso específico, pero es bueno tenerlo como guía. Mucha gente toma el segundo micrófono en canciones ajenas varias veces seguidas porque piensa: "Bueno, si nadie va a cantar con el que eligió la canción, bien puedo ayudarlo." No. Falso. 


¿Acompañar una canción de pata? Joya. ¿Obligarnos a aguantar el gallo que nunca perdiste en la pubertad por 6 minutos consecutivos? Te ahorcan en la Haya. Dejá el micrófono tranquilo. 


Cuando nadie pone una canción por un rato, podés poner una vos. Es de mala educación dejar muchas canciones tuyas consecutivas, en primer lugar porque todos quieren tener la oportunidad de cantar, y en segundo lugar porque tenés un gusto de mierda. 
Cuando el cantante no tiene acompañante, esperás a que ofrezca el segundo micrófono, porque capaz quiere cantarla con alguien más. Capaz prefiere cantarla solo.


En resumen, te deberían hacer el juramiento hipocrático antes de entrar. Primum non nocere


Ah, y nunca pongas Bad Romance o Viva La Vida, porque clarísimo que alguien ya la puso.


Y dejate Radiohead para cuando se esten yendo todos. No seas bajonero.


Dicho sea de paso, en el local que voy yo tienen el Día que me Quieras en la lista, pero muy fuera de tono.


Dato curioso


Como pueden o no saber, le enseño inglés a un grupo de japoneses entrados en años. No es gran cosa.


Pero igual, una vez fui a la casa de uno de ellos porque estaba organizando un asado para todos. Comí una bestialidad, y me obligaron a alcoholizarme con las cosas más horribles que probé... a eso de las 12 de la tarde. 


Bueno, la cosa es que este alumno tenía en la casa su propio cuarto de karaoke. Allí, cantaron numeritos muy parecidos... la letra de las canciones era distinta, pero el acompañamiento musical era el mismo en muchas canciones.


Al parecer, en los primeros años del karaoke, no había mucha oferta de tracks. Por eso, pasaban la misma cinta de lado a lado y cada local le ponía la letra que quería.


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